El 24 de octubre un oficial de policía se presentó en la puerta de la familia Martens en Eslohe, un pequeño municipio de la Renania del Norte-Westfalia, en Alemania. Mientras abría la puerta, Eugen ya sabía el motivo de esa visita: el arresto de su mujer y madre de sus nueve hijos, Luise. Sabía todo con antelación porque por el mismo motivo él había sido arrestado el 15 de agosto de 2013.